jueves, 14 de julio de 2011

Margarita Azurdia

 

Margarita Azurdia, quien también es conocida como Margo Fanjul, Margarita Rita Rica Dinamita y Anastasia Margarita. “Son todas una, la misma, la vida de una mujer enfrentada así al acecho de la muerte, a la negación de toda una cultura. Ella fue eso, la lucha por ganar una voz, por ganar palabras que la dejarán hablar su lenguaje, desde el cuerpo, desde la poesía, desprendiéndose de la voluntad de los hombres… fue tejiendo ha historia personal que hoy nos deja leer un contexto, un país, un período de la historia del arte, o el anhelo más humano de liberarse.
Margarita dejó un legado de sumo interés hoy para sistematizar aquello que ha distinguido a nuestras prácticas artísticas, pasando de la pintura, a la instalación; de ésta a los libros de artista, a la poesía, a la danza y la performance hasta fusionarlo todo. Así también una biografía donde resalta el feminismo y la voluntad de emanciparse de un modus vivendi que la subyugaba, la dejaba sin su lugar en el mundo…” Esto es parte del prólogo que Marivi Véliz escribió al libro de María del Carmen.
El libro lleva fotografías de Margarita y de sus obras sobresalientes. María del Carmen realiza un trabajo que le costó años. Margarita —nos dice— creció en el ambiente antigüeño de los años 30. Nos habla de su infancia y luego de su juventud cuando conoció a su futuro esposo llamado Charly. Por entonces tenía 17 años y ella compró la tela para su vestido de novia. Siempre estuvo sola frente a sí misma, pero ello la fortalece y la hace independiente. Pero ha de aguantar a un hombre tirano y violento. Eso la hace huir al extranjero. Ante la incomprensión de su marido y de su madre, después de tres partos, su cuerpo empezó a desgastarse. Decide irse fuera de Guatemala, pero Charly la persigue. En California encuentra su propia identidad. Se relaciona con los más altos artistas de su época. En su primera obra devela su sufrimiento: un autorretrato que conmueve. En Guatemala escritores y artistas escriben sobre sus pinturas y esculturas extraordinariamente originales. Su obra es comentada por Ana María Rodas, Recourat-Chorot, Élmar René Rojas, Marco Augusto Quiroa y Roberto Cabrera, del grupo “Vértebra”. Ella estaba gestando su libro Iluminaciones.

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